jueves, 28 de abril de 2011

¿Qué es el amor?

       Relativo donde los haya, contradictorio en si mismo, y capaz de generar un cúmulo de sentimientos totalmente diferentes según en qué persona y momento.
      Creo imposible definir de forma objetiva e imparcial algo tan subjetivo e íntimo, y es que, dependiendo de cada contexto, pueden generarse diversas afirmaciones acerca de este concepto. Digo concepto porque ya ni siquiera puede llamársele sentimiento, en todo caso cúmulo de sentimientos, y, nuevamente, caeríamos en error si tratásemos de identificarlo con alguno en concreto, porque, como ya he dicho, puede generar varios y muy distantes entre si. No queda otra que denominarlo concepto, y permítaseme clasificarlo en el tipo de "conceptos mastodonte", y no por otra cosa que su dimensión.
      Ha de entenderse por amor el acto de empatía y aceptación casi total del carácter de otra persona. Si algo es necesario para la existencia de un amor verdadero, es esto mismo, la total comprensión del otro, pero también la aceptación de sus defectos. Es más, a mi modo de ver, se quiere con los defectos, los cuales, junto a las virtudes, son los que forjan la personalidad de cada persona y nos convierten en seres humanos.
      No sólo existe un tipo de amor, sino que podemos diferenciar según su grado de empatía, y también según el factor decisivo de la atracción física natural, que juega el papel determinante para una relación de pareja más allá de la amistad. El menor de los grados en la aparición del amor está hoy casi olvidado, y es que vivimos en un mundo bajo una terrible crispación, en todos los sentidos, en el que se aprovecha cualquier mínima excusa  para atacar a cualquiera. Quiero referirme, y táchenme de todo cuanto quieran tras leer mis palabras, a que debe tenerse un amor mínimo a todo ser viviente en el universo, el cual, hoy perdido, ocasiona discusiones por asuntos tan banales como el fútbol, u otros de mayor peso como la política, por la cual han corrido incluso ríos de sangre en diferentes guerras. Nos encontramos en un extremo altamente peligroso del que deberíamos plantearnos salir, ya que puede llevarnos a una autodestrucción sin precedentes. Cada cual defiende su ideología y sus gustos personales, algo completamente natural desde que poseemos la razón, pero lo que no es tan natural es que la defensa de nuestra propia personalidad sobrepase los límites de la cordura hasta el punto en que sea necesario el uso de la violencia. Para el impedimento del caos generalizado sería necesario que cada cual aceptase, que a pesar de tener claras sus ideas, e incluso tener pruebas de su validez, no es poseedor de ninguna verdad universal, porque la verdad es tan relativa como aquel que quiera verla. Nada sería bueno o malo, correcto o incorrecto sin que alguien previamente lo hubiese juzgado. Deberíamos rebajar nuestro ego, e incluso tragarnos nuestro desorbitado orgullo para comprender que todos somos necesarios en nuestra condición de opuestos, porque si no existiese algo a lo que determinar bueno, no podría existir algo a lo que determinar como malo, y es que la inexistencia de uno lleva automáticamente a la inexistencia de su contrario. Por esto, es completamente necesario que comprendamos que se nos dotó con la inteligencia para poder elaborar juicios personales, pero a su vez se nos dotó de algo más grande, lo cual acaba por comprenderlo todo; la razón, la cual debe dictar sobre nosotros y frenar nuestros impulsos agresivos totalmente irracionales. Es aquí donde entra también el sentimiento, y con el sentimiento el amor, gran provocador de cientos de ellos, ya que es éste el que debe frenar el camino del odio para abrir paso a la cordura, a la apreciación de la realidad, y el conocimiento de lo auténtico y lo natural. Podríamos decir metafóricamente, aunque no soy el primero en mencionarlo, que deberíamos pensar más con el corazón antes de realizar ninguna de nuestras acciones.
      Una vez aparentemente concluido un primer nivel de aparición de amor, debe tenerse también en cuenta un segundo, totalmente necesario para que el mundo sea mundo, el cual comprendería la amistad. Ningún hombre sobre la faz de este planeta podría sentirse completo sin al menos un buen amigo, sin alguien con quien compartir y contrastar opiniones, y es que si nos basamos únicamente en nuestros pensamientos, sin tener acceso a los de otros ni contrastarlos, caeremos en una postura dogmática que no llevará a otra cosa que el fanatismo. Debe hacerse uso del entendimiento humano para la comprensión del otro, su aceptación tal y como es, y el apoyo necesario para su supervivencia moral y física.
      Existe también el amor entre familiares, del que existe un mayor nivel entre padres e hijos, algo que todos conocemos o deberíamos conocer, nunca deberíamos perder, y siempre deberíamos intentar preservar. Es aquel que no debe fallarnos en caso de que el resto si lo hayan hecho, el que sustenta a cualquier ser humano en los peores casos, el que nos da la vida, y por el que deberíamos quitárnosla si fuese necesario. 
      En último nivel, y por tanto, el de mayor existencia de todo sentimiento posible englobado en el concepto amor, es el que comúnmente es conocido como tal, es decir, el amor de pareja, el de una relación en la que sí aparece la atracción física natural entre dos individuos. Es en este donde aparece en su totalidad el contenido del concepto en todas sus formas. Aún a pesar de ser el más extendido, es el más desconocido, y es que con el paso de los años se ha ido deteriorando de una forma alarmante. Cuando dos individuos sienten amor en su mayor nivel entre si, es totalmente necesaria una empatía total, es decir, la comprensión absoluta del otro, y al mismo tiempo, la aceptación total de todos los defectos de la otra persona. En el caso en que alguno de los requisitos no se cumpla, en el mínimo rasgo de incomodidad con algún pedazo del carácter de la otra persona, la relación no será estable ni llevadera, bien a corto, medio, o largo plazo. Seguimos empeñándonos en hacer llevaderas y posibles relaciones que está claro no llevarán a ningún sitio, en las que existen incompatibilidades visibles en las que no se aceptan ciertos rasgos del otro. Debemos dejar atrás el afán de artificializar lo natural, y es que si algo es por naturaleza incompatible, nadie será capaz jamás de compatibilizarlo en su totalidad.
      Ahora bien, ¿es necesario disponer de este último nivel del concepto amor? Algunos se aferran a decir que no, pero si pensamos fríamente, hacemos uso de una razón dormida, y sentimos como es debido, comprendemos que es el más necesario de todos. Todos necesitamos de vez en cuando que alguien nos abrace con fuerza, pero no un abrazo entre hermanos o entre padres e hijos, sino uno de esos abrazos que no tiene fácil descripción en los que una sensación placentera recorre todo nuestro cuerpo y nos da una razón para levantarnos alegremente cada mañana. Además de unas necesidades naturales y físicas comprendidas dentro de este nivel, debe dársele mayor importancia al hecho de que es en este nivel en el que se consigue el mayor grado de empatía, y por tanto de satisfacción personal de cada uno de nosotros. Es necesario que exista al menos una persona capaz de comprender todo cuanto decimos o hacemos, alguien que nos apoye bajo cualquier concepto, y que sea lo suficientemente valiente como para decirnos la verdad cuando erramos. Son las muestras de cariño que ningún otro puede darnos las que hacen a este nivel tan especial, un cariño en el que un simple contacto físico entre manos, nos hace sentir mejor que nunca. Además de todo esto, una persona necesita sentirse querida por otros, pero ya no sólo por sus amigos o familiares, sino que también necesita que alguien le quiera tal y como es y se sienta atraída por su físico, algo que sin duda sube completamente la moral de cualquiera y hace posibles los mejores estados de ánimo en los que una persona es capaz de resolver grandes problemas y contribuir en mayor manera a la mejora de todo cuanto existe.
       Quizás algunos digan que esto es incierto, pero les invito a aislarse de toda relación durante años, y será entonces cuando comprenderán mis palabras, y estoy seguro de que estarán de acuerdo conmigo en que es necesario saber que alguien te quiere de esta forma para disponer de altas dosis de bienestar psicológico, que al fin y al cabo, terminan afectando también al físico.
      Después de todo cuanto he escrito, queda algo por tratar, y es que el amor puede traer tristeza, pero tras largas dosis de raciocinio, he comprendido que la tristeza que pueda ocasionar el amor, llega cuando éste se ha ido, y del mismo modo, desaparece cuando vuelve. Quiero decir que si una pareja está atravesando una mala época en la que todo son continuas discusiones, está claro que pueden decir quererse entre sí, ¿pero es esto totalmente cierto? Sé que algunos se escandalizarán por mis palabras, pero creo que en el momento en que una pareja comienza con discusiones graves en las que influyen defectos de ellos mismos, y esto se alarga durante temporadas enteras, el amor ya ha desaparecido para dejar paso a la tristeza, mientras que lo que se cree amor no es más que costumbre, es decir, que dichas personas ya se han acostumbrado a mantener una relación con la otra y no son capaces de imaginarse sin ella. Una relación debe tener como objetivo la felicidad, y esta a su vez es resultado del amor, y por tanto, cuando la felicidad desaparezca, habrá desaparecido el amor y toda razón de seguir junto a esa persona, dando paso al absurdo del sufrimiento consentido entre dos personas que ya no se aman y se dañan.
      No me queda más que advertir que el amor verdadero no se encuentra, simplemente aparece, y cuanto más se busque, más lejos estará. Cualquiera puede ser esa persona, incluso alguien a quien ya conocemos y jamás podríamos imaginar como tal, sólo hay que tener paciencia y razón suficiente como para sobreponer el sentimiento al placer, porque el sexo no lo es todo, sino sólo una parte en la que se satisface al cuerpo, pero no a la mente.

2 comentarios:

  1. Muy buena Kevin! Sobre todo porque es muy objetiva, lo has conseguido. Además deberías patentar lo de los tres niveles, como si de la duda metódica se tratase jajaja

    Podría ser perfectamente una tesis, menos mal que esto se queda guardado y, en un futuro, puedes tirar mano de este texto!

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  2. Bueno realmente serían unos 4 incluyendo el amor familiar. ¿Tesis? Qué va, qué va, cuando haga la tesis, si la hago, créeme que me la curraré muchísimo más que esto. Por cierto, gracias de nuevo, al parecer escribo en este blog para ti y para Dani, que sois los únicos que comentáis XD

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