Degradamiento académico

    El plan Bolonia ha conseguido hacer de la Universidad una nueva FP dedicada a tener buenas salidas laborales que interesen para la producción en el sistema. La desmotivación que nos causa a todos los alumnos de grado saber que no vamos a aprender tanto como lo hicieron nuestros predecesores de la licenciatura es tal, que incluso muchos abandonan los estudios o piensan en hacerlo. Nos han robado gran parte de nuestras asignaturas optativas y han establecido, aquéllas que les ha parecido, como obligatorias. Por no hablar de las comunes, algunas vergonzosas, que se imparten en el primer curso del grado. Los estudios de filosofía están sufriendo un durísimo ataque desde hace ya demasiado tiempo. Empezaron por reducir las horas de la asignatura de filosofía en el bachillerato y de ética en cuarto curso de la educación secundaria. Ahora, por los recortes, han reducido el personal docente en los institutos de secundaria, y como era de esperar, los profesores de filosofía son de los más afectados. Han organizado una campaña de desprestigio contra los estudios de filosofía, y en general, todos los estudios de humanidades y aquéllos que no llevan el apelativo de ciencia. Por todos es sabido que estudiar ciencias o letras no es lo mismo, porque a la hora de recibir becas, mientras a los primeros se les permite suspender hasta un 40% de créditos, a nosotros tan sólo el 20%. Si esto no es injusto, que alguien demuestre el porqué. El mayor ejemplo del decaimiento de las letras está en la relativamente joven Universidad de Castilla-La Mancha, en la que las carreras ofertadas a duras penas tocan la rama humanística por el simple hecho de no resultarles rentables. Al sistema actual sólo le interesan los estudios que formen personas capaces de producir aquello que el sistema demanda, y si hay algo que no le interesa, es que haya personas críticas y capaces de establecer juicios propios que puedan ir en contra del propio sistema. Podría resumirse todo esto en la sencilla idea de que al sistema económico actual no le interesa tener personas que puedan cuestionarlo por el simple hecho de ser personas libres que conocen la filosofía. Hoy sólo se pretende enseñar de forma mecánica y sin necesidad de reflexión, se quiere establecer un modelo único para todos en que la sociedad sea una masa, mecanizada y automatizada, que no sea capaz de salirse del sistema establecido y ni siquiera pueda cuestionarlo. Si algún deber tienen hoy los filósofos es el de mostrarse contrarios a esta transformación inaceptable del sistema y la sociedad, y en la medida de lo posible, hacer ver al resto de personas que se puede ser libre más allá de lo establecido mediante la reflexión y el conocimiento de la filosofía.