lunes, 28 de marzo de 2011

Concepción temporal elíptica

     Desde mi más temprana adolescencia, y debido a mi observación del funcionamiento del mundo en general, mi concepción acerca del transcurso del tiempo y sus acontecimientos era de carácter circular. Mucho antes de mi conocimiento acerca de la concepción circular griega, ya observaba y comentaba tímidamente la similitud aplastante de los acontecimientos del mundo en determinados períodos de años. Al contrario que la concepción cristiana promovida por la Iglesia en la que la concepción temporal es lineal, la concepción circular supone un tiempo de carácter infinito en primer lugar, y en segundo, de acontecimientos que van repitiéndose cada cierto período de años. A pesar de que al estudiar la concepción circular griega se confirmó en cierta manera mi concepción personal, unos años después comprendía que el tiempo no es exactamente circular, sino que éste tiene un carácter elíptico. Como sabemos, el planeta en el que vivimos parece tener una forma circular, pero es algo erróneo, ya que realmente es de forma elíptica al estar algo achatado por los polos. De igual manera, las órbitas de los planetas del sistema solar constituyen formas elípticas, provocando así las diferentes estaciones y sus correspondientes temperaturas conforme a la distancia del sol y el propio planeta. Por esto, mi concepción pasa a ser ahora de carácter elíptico, ya que mediante la observación del mundo y los hechos demostrados o lógicamente correctos, todo apunta a que en el universo la forma predominante es la elipse en lo que a movimiento se refiere. Teniendo en cuenta que el tiempo supone movimiento, y es que, por tiempo se comprende el transcurso entre una acción y otra, inclusive el transcurrido en la realización de ambas, todo apunta a que el tiempo en sí, como cualquier otro movimiento universal, es de carácter elíptico.
    La concepción temporal elíptica es muy similar a la circular, pero mantiene ciertas diferencias. Si imaginamos una circunferencia, puede observarse que el radio de ésta es siempre el mismo debido a la perfección de su forma. Por esto, y según la concepción circular temporal, ha de suponerse que la repetición de acontecimientos similares en el tiempo está delimitada por períodos de años que siempre son idénticos. Por otra parte, si imaginamos una elipse, observamos que en ésta el radio varía según el punto en el que nos encontremos, lo cual se debe a su carácter imperfecto. Sabiendo esto, y teniendo en cuenta la enorme improbabilidad de la existencia de la perfección total, no tenemos más que observar que la repetición de acontecimientos similares en la historia no siempre guarda el mismo período de años entre sí, sino que van variando dependiendo de las situaciones del mundo en cuestión.
    Fijándonos en aspectos más pequeños de la vida, es perfectamente comprobable que la vida de cualquier ser vivo es de carácter elíptico en tanto que vida es el transcurso de tiempo desde el nacimiento hasta la muerte de éste. Con esto me refiero a que en una planta, por ejemplo, puede observarse que al igual que cualquier ser vivo, nace, crece, y muere, pero lo que verdaderamente debemos observar, es que tras morir dicha planta crece otra u otras, de modo que volvería a comenzar una nueva vida. Además, también podemos comprobar la elipsis temporal en nuestra organización del tiempo, de modo que un año está organizado en doce meses que a su conclusión darán lugar a otros doce, y a su vez cada mes tiene un número determinado de días, pero no siempre, ya que existen los llamados años bisiestos, los cuales añaden un día más al calendario, que demuestra el carácter elíptico temporal, ya que si este fuera circular no existirían dichos años.
    La concepción elíptica puede comprenderse también en el ámbito personal de cada persona, por ejemplo en su estado anímico, en el cual, dependiendo de la situación del sujeto, estará feliz o triste, pero siempre y necesariamente pasará de un estado a otro continuamente, pero siempre variando el intervalo de tiempo entre ambos estados anímicos. 
    Finalmente, y para tratar de dar por concluida mi concepción, añadiré que según la actual concepción cristiana del tiempo lineal, éste tendrá un fin, con lo cual se ha de suponer la desaparición de toda forma de vida posible en todo el universo, por lo que se daría origen a la nada. De este modo, si analizamos que la nada tiene necesariamente que ser algo, ese algo necesita del tiempo para su existencia, ya que todo existe porque está en el tiempo y en constante movimiento con este. Por esto, incluso la nada como tal, en su condición de existencia necesita del tiempo para existir, por lo que a pesar de la llegada de la nada, el tiempo seguiría su curso, lo que sin duda lleva al punto de comprender que es infinito y por tanto elíptico, de modo que tras la nada, volvería a surgir la vida.

6 comentarios:

  1. Te pondría un MEGAPOST, pero mejor te comento a grosso modo ahora y mas extensivamente cuando te vea y imbecilemos un rato XD

    Realmente me parece una opinión interesante, puede que correcta, ¿pero como aseveras (cientifica o no científicamente) tu teoría?
    Te digo que a mi me gusta, todas esas comparaciones cósmicas entre el fluir cuotidiano de la vida con el cosmos me encanta, pero pienso que antes de conocer ciertas verdades como esas el hombre necesita conocer la herramienta para llegar a esas conclusiones, si es que existen. ( Extra-intelectualmente me da morbo poder pensar que a lo mejor no existe ninguna verdad valida XD)

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  2. La herramienta más poderosa que tiene el hombre en tanto que sustancia pensante, es la razón, y es con ella con la que debe conocer todas las posibilidades -que no verdades-, universales.

    En cuanto al cientificismo ya sabes lo que pienso: una verdad no sólo es así considerada cuando es demostrada de forma científica, una verdad puede serlo en tanto que no puede ser refutada por la razón, esté bien construida y sea perféctamente lógica. Nunca debemos olvidar que la ciencia, como todo lo material, es limitada; pero la razón puede abstraerse hasta límites insospechados, no hay más que confiar en la capacidad intelectual que se posee y comprender que las respuestas a todas nuestras preguntas las tenemos nosotros mismos, sólo hay que descubrirlas, no inventarlas.

    Agradezco los comentarios y posibles críticas, no creo ser poseedor de ninguna verdad absoluta y debo poner siempre en tela de juicio todos mis pensamientos.

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  3. Pero yo no utilizo la razón como llave para desvelar todos los porqués. La explicación de muchos de ellos por medio de la razón se ne quedan cortos. Puedo crear hipótesis, pero no aseverarlas. (y al aseverarlas no quiero decir que vaya a utilizar el camino de la ciencia)

    Y yo también lo pienso respecto a la ciencia, y seguro que muchos más también coinciden en esto (y otros tantos no).
    ¿Pero cuando tienes esas respuestas por medio de la razón, como las validas? ¿Se auto-apruevan al estar construdas por medio de la razón?

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  4. Se demuestra su validez al no existir refutación posible, así de simple.

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  5. ¿Y como sabes que no hay ninguna refutación posible? Además, hay teorias sobre esto mismo.

    Esto que has dicho me ha recordado a un enunciado de lógica que dice:

    "Todos los unicornios son aristocráticos"

    Por muy absurda que parezca es irrefutable, porque para provar que son aristocráticos al menos debes encontrar un unicornio que lo demuestre.

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  6. Estás ahogándote en un vaso de agua. Porque no hay ninguna, cuando la haya ya se habrá refutado. La lógica no puede ser más aplastante.

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